Lady Reyes Ng

Gabriel, Lady y Oliver Ernesto Poder escribir sobre mis hijos realmente no tiene precio... lo demás es percata minuta. No lo puedo negar soy #MadreOrgullosa y al compartir mis experiencias sé que pueden pasar muchas cosas: a unos le servirán de parámetro, algunos se reirán y disfrutaran de sus ocurrencias y mis peripecias, y otros vivirán a través de mis palabras la vida que llevan o la que quieren llevar. Cada quién toma y deja y esa es precisamente la maravilla de la vida: el poder que tenemos de elegir. La historia de hoy que arranca estas palabras de mis pensamientos es simple... sin muchos rebuscamientos... todo empezó a cuajarse al buscar a Gabriel... yo sumergida en mis vacaciones y mi afán de dar tiempo de calidad a esos carajos que encienden los motores de mis días, pues estoy consciente que Encuentros Interactivos está a la vuelta de la esquina y tengo los días contados para llegar a mis afanes de la redacción de El Día, sin  dejar de mencionar Mujeres en Blanco y Negro

Desde hace meses estamos en sequía... y el común del pueblo dominicano no se da por enterado de cómo esta nos afecta y que la noticia de que nos estamos quedando sin agua y que nuestras presas trabajan muy por debajo de su capacidad por la simple razón de que no hay agua en los ríos no es algo que debemos tomar a la ligera. Por cuestión cultural y de educación, los dominicanos no somos precisamente comedidos, somos derrochadores por naturaleza o idiosincrasia, y tenemos la mala costumbre de darnos por enterado de la gravedad de los asuntos solo cuando el problema toca nuestra puerta... si me afecta a mi existe... de lo contrario es problema de otro... y así vamos alimentando una sociedad indiferente que solo quiere que otros resuelvan sus problemas o los comunes. Tal vez son duras palabras, pero cuando lees y escuchas desde hace tiempo que estamos en sequía y que Valle Nuevo se quema producto de la misma... es cuando te preguntas por qué no escuchas miles de voces en alerta, lla

Domingo 20 de julio 2014 Con mi computadora sobre la mesa, con una piscina al frente y mis hijos sumergidos en ella, me provoca empezar a escribir y dar vida a estas líneas… a este espacio... que idea tal vez más descabellada. Han pasado siete años desde el momento en que mi estatus cambió. Pasé de ser casada a viuda.. de tener una hermosa familia a recoger los pedazos para construir una nueva versión… con tres niños que no se explicaban como su mundo pudo haber cambiado tan radicalmente en cuestión de horas… de ver a su padre apenas unas horas antes y luego no contar con su presencia física para el resto de sus días. Su dolor era más fuerte que el mío… ellos no tenían las herramientas para combatirlo ni entenderlo, muchos menos asumirlo. Ese era mi trabajo… tomarlos de la mano, guiarlos  y ayudarlos a seguir caminando. Los cuatro fuimos aprendiendo en el camino. Pensando en frío, debo reconocer que hubo tiempo para lágrimas y dolor, horas de oscuridad y desiertos sin siq

Lunes 7, Julio 2014 Nos hemos convertidos en malabaristas de las horas y los días y al pasar balance  muchos nos preguntamos: ¿cómo lo hicimos?, ¿cómo hemos podido compaginar nuestra vida personal, familiar y profesional?  Pero un buen día, ya sea en compañía de la familia, los amigos o la pareja, damos justo valor al esfuerzo que realizamos por dedicar ese tiempo especial a los que más queremos y lanzamos un suspiro al decir: “qué sería la vida si no fuera por estos momentos”, y logramos entender el verdadero valor de lo que Dios ha puesto en nuestras manos y de las personas que le dan y han dado sentido a las 24 horas del día.  Unas permanecen, mientras otras se van, pero cada una de ellas ha impregnado sonrisas, emociones, sentimientos, vivencias, alegrías y tristezas, creando esa mezcla multicolor que le da sentido a cada respiro. Colocarlos en su justo lugar no es tarea fácil, pero se hace necesario si queremos seguir disfrutando de las cosas y personas maravillosas q

Martes 7, Mayo 2013 Hoy debo confesar que me sobran razones para dar gracias y el ejercicio de hacerlo es más que gratificante para mí, muy terapéutico también. Hoy es un día especial y las primeras gracias se enfilan a mi Dios, quién siempre ha estado a mi lado sosteniéndome en los tiempos difíciles y abrazándome en las alegrías. Las segundas gracias se dirigen a esos seres que me dieron la vida, por lo que hoy celebro con orgullo mis 40 y, aunque muchos prefieren ocultar los años que pasan, soy de las que piensa que son esos años los que nos definen y nos convierten en personas más sabias. A mis padres, María Mercedes Ng Chong y Pedro Reyes, que aunque hoy él no está físicamente a mi lado, lo está en mi corazón. A ellos, gracias por el amor que he recibido y la formación que me han convertido en la mujer, profesional y madre que soy hoy. La tercera  gracias van para la pareja que tuve la dicha de tener, Oliver Méndez, que, aunque no está en cuerpo a mi lado, me dio felic

Diciembre 2012 Siempre me he preguntado por qué las personas invierten tanto tiempo en pensar en el fin de las cosas, en lugar de disfrutar del presente y el ahora. Esto no quiere decir que no pensemos en el futuro, sí, se debe de pensar, pero en el sentido de las cosas que queremos lograr, como una proyección de hacia dónde queremos ir y dónde queremos estar.  Especular con el miedo y la creencia ajena ya es parte de nuestro diario vivir y se me antoja que todos sabemos que así como llegamos  un día  al mundo, habrá un día en el que tengamos que partir.  Y si de algo podemos  estar seguros en la vida es de la muerte y si algo ignoramos es el día que ella va a llegar. Así que pongamos nuestras energías e invirtamos el tiempo en cosas más productivas que planificarnos para morir... empecemos a planificarnos para disfrutar de cada cosa, persona y sentimiento que el  Señor nos ha dado la oportunidad de tener, conocer y sentir; y  demos gracias por esas grandes y pequeñas bendicio

Nos despertamos cada día con una gran agenda y muchas cosas por hacer escritas en ella... Ya sea física como electrónica... y para los más afortunados, en la memoria... y de repente, llega a la mente la duda de qué hacer primero o después si lo pendiente no tiene cronología alguna ni hora en el calendario... en ese preciso momento, tenemos que decidir tomar un respiro, contemplar y darnos esos minutos para nosotros... pues ese instante de confusión, de decidir que es lo más prioritario, está diseñado como una especie de " déjà vu "  para que hagamos un alto... y en medio de la tormenta tengamos nuestro propio remanso de paz. Es decisión personal y la práctica hace al maestro. Aprender a identificar y tomar este respiro no es tarea fácil, pero nadie dijo que la vida sería fácil... es cuestión de decisión. Es en esos momentos de confusión donde podemos lograr nuestros instantes de mayor claridad si tomamos la decisión real de escuchar nuestro interior y poner orden a nuest