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Esclavos de las palabras

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Lady Reyes ladyreyes@gmail.com “Es mejor ser rey de tu silencio que esclavo de tus palabras”, dijo en una ocasión William Shakespeare, palabras que han trascendido en el tiempo, pero que pocas personas ponen en práctica. A diario vemos como nuestra necesidad de hablar o hacernos notar nubla el pensamiento, haciéndonos cometer error tras error, siendo lo peor del caso que un gran número de personas ni se da por enterado que es mejor callar cuando no se tiene nada que decir o cuando otra persona está hablando, porque el silencio también es aplicable a la hora de conversar.

La necesidad de palabras y acciones más positivas

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Lady Reyes ladyreyes@gmail.com Profesionales de la conducta han afirmado, una y otra vez, que la repetición como método de aprendizaje es una forma natural y eficaz, pues consolida determinados conocimientos en la memoria. Al educar, en especial en los niños, la principal técnica es repetirles una y otra vez las asignaciones hasta que estas se conviertan en hábitos. Pero en esta forma de aprender también las cosas negativas tienen su espacio y ya no nos sorprende como las personas repiten una y otra vez postulados y acciones que nos disminuyen como personas y como sociedad.

La carreta vacía

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Lady Reyes ladyreyes@gmail.com Hoy quiero compartir con todos ustedes un correo que recibí sobre un relato con una gran enseñanza... vale la pena leerlo y reflexionar unos minutos. “Caminaba con mi padre, cuando el se detuvo en una curva y después de un pequeño silencio me preguntó: además del cantar de los pájaros, ¿escuchas alguna cosa más? Agudicé mis oídos y algunos segundos después le respondí: Estoy escuchando el ruido de una carreta. Eso es -dijo mi padre-. Es una carreta vacía. Pregunté a mi padre: ¿Cómo sabes que es una carreta vacía, si aún no la vemos?

Una sana competencia

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Lady Reyes ( ladyreyes@gmail.com ) En cada proceso eleccionario, no importa si es a la Presidencia de la República o a una simple asociación o entidad, hay una obligada competencia que tiene por norte obtener el triunfo frente al contrario. Al fin y al cabo, si queremos algo, debemos trabajar y luchar para obtenerlo. Sin embargo, en el proceso de ganar perdemos cosas tan sencillas y elementales que, al final de nuestro camino en la vida, nos daremos cuenta, con pesar, que no están. Es cierto que el poder ha seducido a los hombres desde los tiempos más remotos y el tan conocido y seguido Nicolás Maquiavelo, con su obra “El principe”, sentó un paradigma al destacar que “el fin justifica los medios”, pero al leerlo nunca debemos perder de vista la época en que le tocó vivir, para entender su posición, sobre cómo conquistar y sostener el poder político de manera segura. Lastima que los que han leído esta obra no han s

Terminó la Semana Santa y “no se acabó el mundo”

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Lady Reyes ladyreyes@gmail.com Al igual que pasa en la Navidad, el feriado de Semana Santa es todo un torbellino de excesos, donde se bebe “todo el alcohol que se ha fabricado” y se sale de la ciudad hacia playas y ríos como si al llegar el lunes “ya no tendremos estos espacios y se desaparecieran por arte de magia”. En el resacado lunes está el cansancio multiplicado por mil y cero balance en los bolsillos, pues se ha gastado hasta lo que no se tiene, solo por pensar que se tiene “licencia para gozar”. Recuerdo que estos días eran de recogimiento y comunión... de habichuelas con dulce, de comer pescados, de ver películas que tienen como eje principal las enseñanzas de la Biblia y compartir con la familia en el hogar y con el Señor en el corazón, de acuerdo a nuestras creencias. El accionar de “primero diversión y después meditación” arroja cada año cifras luctuosas a decenas d

Amigos de la naturaleza

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Lady Reyes ladyreyes@gmail.com Terremotos como los de Haití, Chile y Japón, por mencionar solo unos cuantos, deben ponernos a pensar un poco en la forma en que hemos agredido el planeta y empezar a detener nuestro andar para convertirnos en “amigos de la naturaleza”. Dejemos de agredir nuestro entorno y seamos promotores de acciones encaminadas a cuidar el medio ambiente. Sabemos que romper los viejos y malos hábitos es un poco difícil, pero no imposible. Tengamos presente que al sumar pequeñas cosas podemos lograr grandes cambios. Aunque el ser humano, como primer depredador del medio ambiente, ha causado grandes daños al ecosistema, podemos tratar de cambiar esta máxima y aprender a coexistir en armonía, de lo contrario, la factura que pagaremos será muy alta y talvez no encontremos en nuestro bolsillo con qué pagarla. Acciones como no tirar la basura en la calle o buscar cómo reducir el consumo en los combustibles, o simplemente empezar a crear concienci